Con éste pasodoble que abre plaza en todas las tardes de toros vallisoletanas, se rinde homenaje a Carlos Gallego, vinculado estrechamente al coso vallisoletano y gran aficionado a la fiesta taurina, recientemente desaparecido.
Carlos, era un gran aficionado a la fiesta taurina, vivía muy de cerca todo lo relacionado con el mundo taurino. Tuvo el afecto y la simpatía de todas las figuras del toreo y de todas las personas relacionadas con la fiesta taurina y fuera de ella.
Todas cuantas figuras del toreo que pasaron por la plaza de toros de Iscar (Valladolid) o por el Coso del Paseo de Zorrilla, (Valladolid) le rindieron sinceros y emotivos homenajes.
Carlos, era amigo de todos,
sentía gran admiración por la Asociación Musical Iscariense.
Días antes de su fallecimiento y coincidiendo con las Fiestas
de Iscar, una de las grandes tardes de toros, tuve la
oportunidad y el placer de dedicarle Agüero pasodoble que
sentía y emocionaba al escucharle, después de ver su emoción e
imaginándome su desenlace final, me puse a trabajar en el
pasodoble que hoy lleva su nombre y que abre plaza en todas
las tardes de toros Vallisoletanas.